Mezclar géneros es arriesgado, pero vale la pena jugársela si el resultado puede ser interesante. Eso es lo que debió pensar Charles Soule cuando ideó la premisa de ‘La carta 44‘, un cómic en el que intriga política y ciencia ficción conviven en perfecta armonía. La fórmula, impulsada por el fantástico dibujo del madrileño Alberto J. Alburquerque, ha funcionado más que bien: en Estados Unidos, donde la serie es publicada por Oni Press, lleva ya casi una treintena de números, mientras que en España Norma Editorial publica el tercer tomo recopilatorio, bajo el título ‘Materia Oscura‘.
Con motivo de la sesión de firmas de Alberto J. Alburquerque el próximo día 30 de julio en Milcomics.com, repasamos algunas de las claves que han hecho de ‘La carta 44’ un éxito.
El ala Oeste de la Casa Blanca ‘meets’ Alien
¿Ciencia ficción o política? ¿Por qué no las dos? La acción de ‘La carta 44’ arranca con la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos, Stephen Blades, el que hace el nº44. Como es tradición, su predecesor -con un más que ligero y sospechoso parecido a George Bush padre- le ha dejado una carta para darle el relevo en el puesto… Lo habitual es que esta misiva contenga consejos y buenos deseos, pero Blades se encuentra una sorpresa mayúscula: el ya expresidente le comunica que una amenaza extraterrestre acecha a la Tierra desde el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, y que para hacerle frente se ha enviado una misión espacial. Blades tendrá que lidiar con las consecuencias políticas de puede acarrear este gran secreto. Mientas, en el espacio, los nueve tripulantes de la nave Clarke van de camino hacia un destino incierto…
¿Qué quieren los extraterrestres de nosotros?
En la Tierra se suceden las conspiraciones contra el gobierno de Blades. Ajenos a ellas, los astronautas de la Clarke, tras una larga travesía donde han convivido a lo Gran Hermano (con escarceos amorosos incluidos), se encuentran frente a frente con los alienígenas… Lejos de ser los típicos marcianos verdes, son una especie de formas geométricas con las que parece imposible comunicarse. Lo único que está claro es que son muy poderosos, son peligrosos y están apuntando hacia la Tierra con un de enorme cañón de energía. ¿Qué es lo que quieren de la humanidad, destruirla o salvarla? Charlotte Hayden, la comandante primera de la misión, tendrá que tratar de dialogar con estos seres y averiguarlo.
Se va a liar parda…
Para estar preparados ante la posible invasión alienígena, el Gobierno de Estados Unidos ha puesto en marcha el proyecto Monolito, un plan secreto para construir equipamiento militar avanzado. Cuando el presidente Blades lo descubre, toma lo que parece una buena decisión: usar esas nuevas armas para acabar con las guerras en Oriente Medio sin poner en riesgo la vida de más soldados. Sin embargo, las otras potencias mundiales, en especial Alemania (presidida por una mujer con un sospechoso parecido a Angela Merkel), no ven con buenos ojos que EE.UU. se haya hecho tan poderoso. Así que, con la ayuda del ladino expresidente norteamericano, deciden emprender su propia carrera armamentística. La tensión geopolítica va en ascenso y en el tercer tomo de la serie vamos a ver cómo estalla por los aires.
Un equipo creativo consolidado
El guionista de ‘La carta 44’ es Charles Soule, abogado neoyorquino que en apenas un lustro se ha convertido en un aclamado escritor de cómics. Su trabajo se ha podido ver en títulos recientes de DC (‘La Cosa del Pantano’) y Marvel (‘Hulka’ y ‘La muerte de Lobezno’); pronto llegarán también a España su Daredevil y las miniseries ‘Star Wars: Obi-Wan & Anakin’ y ‘Star Wars: Poe Dameron’. Por su parte, Alberto Jiménez Alburquerque es un artista madrileño que, pese a su juventud, tiene ya experiencia en el cómic internacional, con trabajos para el mercado francés y esta ‘La carta 44’, que fue elegida para la sección oficial de la pasada edición del Festival de Angoulême.
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