El pasado 28 de septiembre recibimos la edición en castellano del nuevo cómic de Frank Miller Holy Terror – Terror Sagrado, fantásticamente editado por Norma Editorial.
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Habíamos mantenido algunas conversaciones con clientes e incluso habíamos posteado (¿existe esa palabra?) algo al repecto en nuestro facebook, y el consenso general (sin haber leído el cómic, ojo) era que Frank Miller es un genio al que quizás se le ha ido la pinza. Esa es una discusión realmente entretenida pues permite hablar de lo supuestamente reaccionario que se ha vuelto el genio con los años (¿alguien ha leído una entrevista en la que Miller exponga ideas reaccionarias? ¿cuántos han leído por aquí alguna entrevista a Miller? yo no, lo siento) o de lo diferentes que son las dos entregas del Caballero Oscuro (El Retorno y el Contraataque)
Pero es ahora, con el cómic por fin en las manos, el momento de ver si efectivamente DC Comics acertó no publicando la historia como un relato de Batman y uno de sus personajes femeninos o, si por el contario, el gigante editorial pecó de conservadurismo o, como algunos arguyen, de cobardía.
Así que… servidor ha leído el cómic que se publicita como «El Batman contra Alqaeda que no se atrevieron a publicar» y lo único que va a decir sobre lo anterior es que no creo que esa historia hubiera aportado nada al universo de Batman si hubiera sido publicada en DC Comics (es sólo mi opinión) , y que un ejemplar está ya en mi colección por varios motivos.
Y es que, por más que uno disfrute de los cómics más elaborados (lo que ahora te cuentan en dos cómics, antes te lo contaban en 10 páginas) y que tengan al menos cinco o seis viñetas de media por página (lo que Miller te cuenta en un cómic antes te lo contaba en 3 páginas) no puedo evitar, leyendo Terror Sagrado, pensar que tal vez después de esto lleguemos a ver malos malísimos de Alqaeda bien reflejados en los cómics mainstream americanos. Porque, en un mundo editorial en el que a Cráneo Rojo se le oculta la esvástica del brazalete, los terroristas con chilaba se fabrican el 99 por ciento de las ocasiones con cartón piedra.
Así que, ¿quien sabe? quizás Frank Miller haya perdido un poquito el norte artístico (¡¡¡sacrilegio!!!) y quizás de verdad sea, como nos cuentan (¿lo es?), un ultraderechista reaccionario, pero, desde luego, si alguna vez se integra a Alqaeda cual Hydra en los cómics de Superhéroes, en esos cómics tendrán que pasar, forzosamente, cosas como las que nos cuenta Miller en su Terror Sagrado.
Otra cosa es que quizás utilizar esos terroristas como malos en los cómics pueda no ser conveniente, no ya por darles más visibilidad (¿no tienen ya toda la que es posible?) sino porque a lo peor una sobredosis de realidad acaba por anular el valor que tienen los cómics superheroicos como via de escape.